La empresa Orache Desinfection, especializada en la fabricación y comercialización de pastillas desinfectantes y detergentes, ha cerrado el año 2020 con un crecimiento en la facturación del 86%, alcanzando los 6,6 millones de euros frente a los 3,3 millones de 2019. La previsión es continuar creciendo en 2021 para llegar a facturar unos siete millones de euros, además de seguir abriendo más mercados internacionales como el de Nigeria.
La crisis que ha desencadenado la covid-19 no ha frenando el crecimiento de la empresa Orache Desinfection, cuyas pastillas virucidas, que comercializa bajo la marca Cleanpill, han sido decisivas para frenar el coronavirus al actuar sobre los virus más resistentes como la covid-19, así como el VIH e, incluso, el ébola.
Durante el año 2020, Orache Desinfection acometió en sus instalaciones en Sabiñánigo (Huesca) una inversión de 611.000 euros con el fin de poner en marcha dos nuevas líneas de producción para tener mayor capacidad productiva y llegar a fabricar hasta cuatro millones de pastillas diarias.
La demanda de estas pastillas para frenar la covid-19, así como del resto de pastillas desinfectantes y detergentes, impulsó su crecimiento, incrementándose la facturación en un 86%, pasando de facturar 3,3 millones de euros en 2019 a 6,2 millones de euros en 2020.
Orache Desinfection igualmente ha crecido en plantilla que, en 2019, estaba formada por 21 empleados. Una cifra que ha aumentado hasta los 46 en 2020, conformando un equipo de profesionales de 50 empleados en este año.